domingo, 30 de noviembre de 2008

INVIERNO



INVIERNO

  
La niña dorada celebra  

sus esponsales con el viento.  

 El otoño ha tapizado  

la caverna tibia de su sexo  

con hojas secas y palabras tristes  

mojadas por la lluvia.  

En su veleidoso corazón  

los hacedores del invierno  

trabajan incansablemente  

desmenuzando las ausencias,
 
triturando los silencios,  

para inaugurar la primera nevada  

que blanqueará los bosques.




Del poemario "Revelaciones", Ediciones Raíz Alternativa, 2007

Poema seleccionado por Editorial Dunken para formar parte de la Antología Poética "Las horas secretas"

miércoles, 26 de noviembre de 2008

ESCALOFRÍO


ESCALOFRÍO 



La intrusión de la noche 

se adosa 

a la antigua herida. 

La antigua herida de la infancia, 

con sus caracolitos solos, 

con su cristal descalzo haciendo huella 

en la boca del viento 

(boca rota deletreando huesos, 

dientes resueltos como arañas 

royendo 

lo que queda del crepúsculo). 



La sangre se asoma, desprolija. 

Se exhibe, 

en rojo y desnuda. 

Es tiempo de sales,

de ojos que viajan  remolcando 

un séquito de lágrimas 

(gaviotas húmedas y otra vez la infancia 

doliéndose 

en el natalicio del agua). 

Es tiempo fetal: 

acurrucarse y dormir.



Morir, apenas. 

Morir, si cualquier día es el último día. 

Si antes o después la herida empuja. 

Si toda desaparición es temprana.



Arte: Marina Lie




domingo, 23 de noviembre de 2008

NIÑO GRIS


NIÑO GRIS

 

Su gris fragilidad rueda desnuda

por las veredas grises

y se acurruca en los zaguanes del olvido,

imperceptiblemente.

Él está allí, aunque no quieran verlo,

rehén de las cenizas,

desafiando a Dios y a su palabra,

y a su universo de ayunos y clemencia,

anciano con piel de niño,

niño con huesos de pájaro,

pájaro con la mano extendida

mendigando un milagro que no llega

(porque sólo llega, día tras día,

la anónima moneda de la culpa,

que será pan, alcohol o cigarrillos,

y lavará la conciencia de los otros,

los que no ruedan por las veredas grises

con la piel gris asqueada de la espera)



La ciudad lo devora

con su boca rabiosa de horas pico,

de apuros, de bocinas,

de alcantarillas húmedas de espanto,

de usual indiferencia. 



La ciudad lo devora,

niño gris rehén de las cenizas,

lo encuentra indigerible y lo vomita

en una esquina absurda

donde lo alcanzará, insobornable, la lluvia.


 

Arte: “El niño mendigo”, Dorimar Carvalho Moraes

Mención de Honor III Concurso Literario de Cuento y Poesía REIA (Reunión de Escritores Independientes de Avellaneda), Avellaneda, Bs. As.(2006)

  
 

martes, 18 de noviembre de 2008

PERDÍ TU DIRECCIÓN


PERDÍ TU DIRECCIÓN



Perdí tu dirección. 

La había anotado tu boca

descendiendo 

como una arañita inquieta 

desde mi nuca hasta mis muslos, 

bosquejando cierta calle,  

cierta esquina, 

cierto jardín empapado de insectos fascinantes 

y  rosas tejedoras 

del idioma del agua.



Pero la perdí.



Me acostumbré a vivir entre arañas 

que no escriben con  saliva 

el santo y seña 

de un amor que pasará a mi historia 

por su mala conducta 

(me morí de pena por los cuatro costados 

cuando me quitaste 

las ocho patas de tu beso).



Perdí tu dirección.

¿Qué hago ahora, 

recién bañadita 

y sin saber 

a qué puerta  

tengo que ir a golpear?




domingo, 16 de noviembre de 2008

MUJER POETA / CLAUDIA ISABEL LONFAT


MUJER POETA

…las mujeres poetas hemos de unirnos
para vencer a poemazo limpio… S. T.


a Susana Thénon y Raquel Fernández


Soy una mujer poeta.

La palabra poetisa

no me gusta,

suena feo

sin gracia

Y no es que no

defienda el género,

pero “poeta”

abarca el universo.

Soy una mujer poeta

Insisto.

No sé si buena o mala.

No sé si moderna,

clásica, under, sensual

cambalache o mamaracho

Tampoco importa.

Me considero

una mujer poeta,

porque lo soy y punto

cuando mis ojos

y mi boca

saben absorber

pieles,

huesos

y llegar

hasta las entrañas.

Soy una mujer poeta

porque conozco el juego

de buscar palabras

y hallar sueños,

como pequeños tesoros.

Pero también sé

que solo

me separa un centímetro

del abismo…



CLAUDIA ISABEL LONFAT



Arte: Nicoletta Ceccoli


sábado, 8 de noviembre de 2008

PRESENTACIÓN DEL POEMARIO “DE LAURELES Y OLIVOS” DE ELISABET CINCOTTA



DE LAURELES Y OLIVOS

PRESENTACIÓN DEL POEMARIO “DE LAURELES Y OLIVOS” DE ELISABET CINCOTTA,  "3º FERIA DEL LIBRO DE BERAZATEGUI", 7/11/2008

El camino de la palabra es, sin dudas, un camino arduo. Elisabet lo transita desde el alma y con el alma, dejándonos entrever en cada poema la poderosa fuerza que la impulsa a escribir.
Adentrándose en el dolor y la esperanza, entretejiendo el poema con los aromas definitivos del recuerdo, de la ausencia, de una sensualidad madura, Elisabet Cincotta nos ofrece este ramillete de laureles y olivos. Ramillete que no puede dejar indiferentes a quienes amamos la palabra escrita y, sobre todo, a quienes amamos la poesía.
Consultada acerca de por qué escribía, Alejandra Pizarnik, la gran poeta argentina, dijo cierta vez: “Entre otras cosas, escribo para que no suceda lo que temo; para que lo que me hiere no sea; para alejar al Malo. Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcizar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental. Porque todos estamos heridos.”
En este nuevo libro Elisabet exorciza, conjura y repara. Restaña nuestras heridas restañando las propias. De eso, en definitiva, se trata la poesía. De involucrar al otro. De movilizar al otro. Y de arroparlo. 


RAQUEL FERNÁNDEZ


miércoles, 5 de noviembre de 2008

ESPERA


ESPERA


Sentarme en el umbral de la palabra,

en el límite vibrante del poema,

en la periferia de su cuerpo luminoso,

con los ojos ávidos de significados

fijos en la nada,

hasta que mi mirada se confunda

con la línea roja del horizonte,

hasta que en mis suaves hombros

crezcan alas

de dragón o de pájaro.



Arte: "Espera", Leopoldo Presas

Del poemario "Revelaciones", Ediciones Raíz Alternativa, 2007

domingo, 2 de noviembre de 2008

FARO 1º DE MAYO


FARO 1º DE MAYO

 
Puntualmente se enciende

su haz de luz vigía

cuando, sobre los hielos,

se desmaya el crepúsculo

y reina en un mutismo de petreles ausentes,

en un blancor austero,

en una catedral de contundentes nieves.



Centinela perenne, no hay pausa en su tarea;

perfecta luminaria, la primera encendida

en la pureza acérrima  de las tierras australes:

va guiando a los buques a través del silencio



La noche desovilla sus hilos de penumbras,

el mar murmura absorto su intrínseca plegaria

y los puños del viento castigan su estructura

impasible de hierro.

Y él permanece erguido,

ilustre descendiente de los faros de antaño,

y le presta sus ojos al intrépido nauta,

saludando bajeles con garbo ventisquero.

Y él permanece insomne,

corazón impecable avistando viajantes

y se inflama de orgullo cuando lo reconocen

como  memoria viva de la patria lejana.




Fotografía: Faro 1º de Mayo

6º Mención Poesía “Concurso Literario Antártida...un sentimiento” – Fundación MARAMBIO, Villa Adelina, Bs.As. (2006)