sábado, 31 de enero de 2015

SOLEDAD


SOLEDAD

“Fue necesario todo lo que fuimos contigo,
lo que somos contigo del lado de los llantos,
para saber, viviendo, cuánta sorda tiniebla te asediaba
y encontrarnos, después,
con el transido resplandor del aire que dejaste muriendo.”
Olga Orozco



Algodones rotos en las venas 

y el corazón boca abajo: 

así se fue la que debería haberse quedado, 

así dejó en el aire 

un hueco de triste transparencia, 

una llaga puntual como un relámpago.

Roja de sangre pero blanca, 

como la Reina Blanca, 

se fue fundando las nostalgias que no serían nunca: 

la boca conspirando vapores de verano, 

el vivero del cuerpo reventando de savia. 

Ungida apenas por la ceremonia 

de las cosas amadas.

  

Así se fue la que debería haberse quedado: 

dolorosa como un juguete 

que se pierde en la infancia 

y se agiganta en la añoranza de unos ojos miopes. 

Sin conocer el peso de sus máscaras,
ni la quemadura viva de la poesía.




Soledad Bargna fue asesinada en su propia casa, un departamento en el barrio porteño de Caballito, el 22 de mayo de 2009. El autor del crimen fue Pablo Marcelo Díaz, un hombre que vivía en el mismo edificio que ella y que, a pesar de estar cumpliendo una condena por violación, disponía de salidas transitorias. Díaz intentó abusar sexualmente de la joven y la asesinó de 26 puñaladas. Fue condenado a prisión perpetua en 2012. Al momento de morir, Soledad tenía 19 años.


Del poemario "Interrumpidas", Publicaciones Entre Líneas (2014)

Gran Premio Primer Concurso Internacional de Poesía “La palabra de mi voz”, Publicaciones Entre Líneas, Miami, EEUU (2014)  



jueves, 29 de enero de 2015

COMENTARIO SOBRE "INTERRUMPIDAS" POR CARMEN HERNÁNDEZ REY


“INTERRUMPIDAS” 
de Raquel Graciela Fernández 


GRITO NECESARIO ESE TUYO EN "INTERRUMPIDAS"

Querida Raquel: Si lees a las grandes poetas y escritoras a las que no podemos preguntar, sino sólo releer entre líneas, nos damos cuenta que ellas -ayer- como nosotras -hoy- formamos parte de ese juicio sumarísimo clavado en cruz sobre nuestro género... Somos nada, menos que nada, ese cuerpo con ciertos agujeros a los que se debe tener acceso de cualquier forma y por el mero hecho de tener un apetito carnal y sexual primate. El grito que tus letras lanzan, no es más que ese grito dejado tendido en el cordel de la vida... nuestras madres, abuelas y antepasadas no sólo tendieron sus coladas... en esos cordeles dejaron sus cicatrices... Tú haces poemas con ellos, sabes y aprendiste a coger la miga de aquellas mesas donde las lágrimas eran más grandes que el propio plato ganado con sangre, dolor y poco sueño.
Hemos visto tanta ignominia a nuestro alrededor que escupirlas sin más no serían creídas... Y, ¿cómo contarlas sin que reviente nuestro cuerpo como una bomba nuclear?
"Interrumpidas" fuimos desde aquel aborto clandestino, el advenedizo palo y la patada en el vientre... interrumpidas vidas por el sólo hecho de nacer mujer, bajo la mirada obscena de quienes sólo ven un trozo de carne que se puede tirar en cualquier lugar...
Gracias por poner el grito oportuno dejado en esta red, hilo rojo que va de cada dedo de mujer a mujer... Gracias POETA.

Carmen Hernández Rey
Extremadura - España 2015



LESBOS -Árboles en invierno-

"¡Crueldad en la cocina! 
"...
Y yo, amor mío, soy una mentirosa
patológica, y mi niña
– mírala, boja abajo en el suelo,
pequeña marioneta sin hilos,
pataleando para desaparecer-
por qué es esquizofrénica,
su cara blanca y colorada, u
n horror, has tirado sus gatitos
por la ventana a un patio de cemento
en el que cagan y vomitan y lloran
y ella no puede oírlos.
Dices que no puedes soportarla,
es una bastarda...
...Dices que yo debería ahogar
a los gatitos.
¡Su olor! Dices que debería
ahogar a mi niña.
Ella le cortará el cuello a las diez
si enloquece a las dos.
La niña sonríe, caracol gordo,
desde los encerados rombos
de linóleo naranja.
Podrías comértelo.
Es un niño.
Dices que tu marido no te trata bien.
Su mamá-judía custodia
su dulce sexo como una perla.
Tú tienes un bebé.
Yo tengo dos..."

Sylvia Plath



CARMEN HERNÁNDEZ REY 

Nací un 16 de julio del año 1956,  hija primogénita de Diego y Crescencia, en el pueblo de Villafranca de los Barros, Badajoz, Extremadura-España. Nieta paterna de un maestro albañil, y de un ama de casa que se ganaba dos pesetas vendiendo de estraperlo café. De mi línea materna, mi abuelo era carbonero, como su padre, y mi abuela era bordadora a mano de bastidor, enferma de tuberculosis, que dejó a cuatro hijos huérfanos siendo mi madre la mayor con tan sólo 11 años, el más pequeño de 40 días. Crecí en una familia de cuatro hermanos, mi hermano Juan me sigue, Teresa y Mariángeles, la pequeña. A esta última le llevo 14 años, prácticamente la crié yo. Es la primera universitaria de la familia. En mi niñez siempre carecí de primos, tíos y abuelos porque los paternos emigraron fuera de mi comunidad, marcharon junto a mis siete tíos a Huelva. Mi familia materna emigró a Mataró, Barcelona. Fui una niña que siempre jugaba a escribir historias. Los cuentos que escuchábamos en la radio formaron parte de mi imaginación, hasta el punto que los deformaba hasta cambiarles. Fui cuatro años a la escuela, en cuarto de primaria estaba fuera. Me quedé en casa un par de años cuidando a mi hermana pequeña, y luego pasé a un taller de bordado en el cual estuve desde los 14 a
los 21 años, bordando ocho horas diarias. Recuerdo que en mi casa nunca hubo libros, nunca pude leer nada. Mi primer libro lo leí en casa de una tía en Huelva, también allí fue donde empecé a leer las primeras letras... Aquella novela fue Jane Eyre, de Charlotte Brontë... Fue un revulsivo a mi imaginación. Leer desde entonces fue mí gran obsesión, a pesar de no tener una economía que me permitiese comprar libros, pero para mí hasta la publicidad en las tiendas o los carteles eran cosa a analizar.
Me casé después de cuatro años de noviazgo, con 22 años, y a los 23 nació mi hijo Alejandro; siete años después nació mi hija Celia. Realmente, con tan pocos estudios, ni siquiera podía ayudar a mis hijos en las tareas escolares, de ahí que me puse en la universidad popular donde me fui a vivir, Almendralejo, a 15 km de mi pueblo, por motivos de trabajo de mi marido por entonces... Allí volví a aprender todas las reglas matemáticas, las oraciones y corregir las faltas ortográficas. Cuando terminó el curso, pasé a sacarme el graduado escolar para adultos... Un año entero, todas las mañanas; compaginaba las tareas domésticas con la educación de los hijos. El año siguiente pasé al instituto y saqué F.P 1 en Tec. Aux en Administración.
Mi matrimonio, desde los dos o tres años de casada, fue a trancas y barrancas -que dicen por aquí-. Y que yo me pusiera a estudiar no benefició nada a los dimes y diretes... aún menos que cogiese el gusto a escribir. Aunque siempre escribía y en cualquier papel, cosas que me sucedían o soñaba, no guardé nada. No tenía noción de rimas, poemas o estrofas, versos. Tampoco leí nada de poesía hasta mis 16 años que leí a Miguel Hernández...poeta del pueblo... Definitivamente mi matrimonio terminó con mi decisión de seguir mi camino por las letras...Escribir ha sido mi verdadera pasión desde niña, y, a pesar de tantas trabas, al final el agua encontró su cauce... Autodefino mis letras como a ese río que baña mi tierra, el Guadiana... nace y nadie sabe por dónde se esconde para volver a fluir fuerte y libre.
Después de 27 años de casada y 4 de noviazgo, me divorcié y quedé, como tantas mujeres,sin recursos económicos... Tuve que salir de mi comunidad a otra para trabajar en un campamento a casi mil km de distancia. Tras tres años de preparación saqué unas oposiciones en la Administración del Gobierno extremeño para trabajar como Ayudante de Cocina... ese es mi trabajo desde hace diez años... 
Nunca fui a taller de literatura, poesía ni nada por el estilo... mis letras son totalmente autodidactas como todo cuanto leo... Me gusta mucho la filosofía. Mi lucha por los derechos de la mujer siempre ha sido. Siempre fui inconformista, desde aquellos cuentos a los que cambiaba sus finales y les ponía nombres diferentes. Soy feminista hasta la médula, feminista a sabiendas que en la desigualdad está la igualdad. No voy contra el hombre, pero voy contra el androcentrismo bestial de la sociedad y la permisividad de las mujeres que han sido educadas y a la vez mutadas en sus sentimientos y pensamientos. No me vale escuchar que una mujer, es la que educa... la mujer sigue unos parámetros machistas y patriarcales, y cuando no los cumple, tiene que abandonar el barco...Casi el 90% de las mujeres hemos sufridos malos tratos de un modo u otro, abusos sexuales de una forma u otra... y no exagero... Otra cosa es dónde está puesto el listón de qué es abuso o mal trato... pero son ciertos. 





Arte: "Crucified Woman", Almuth Lütkenhaus (Emmanuel College,Toronto, Ontario Canadá)


martes, 27 de enero de 2015

VERANO DEL ‘76


VERANO DEL ‘76

 A Daniel



Vos armabas canastitas con abrojos 

y yo tenía una coronita de flores en el pelo 

(“Soy una princesa, ¿ves? 

Y a las princesas no les pasa nada malo. 

Nunca.”) 

Hacía calor y esperábamos 

que alguien nos rescatara de ese jardín ajeno. 

Queríamos volver a casa y ver la Pantera Rosa. 

Queríamos volver a casa, 

a papá y mamá  enormes  y definitivos, 

mamá con un gorrión en la garganta, 

papá con el corazón entero 

(nada de “Jorge no puede respirar”, 

nada de “Jorge se muere”, 

a las princesas no les pasan esas cosas). 



Vos me creías cuando yo te decía 

que todo estaba bien, 

que los médicos curaban. Siempre.  

(Me creías cuando te decía que los caracoles se casaban, 

que si girábamos en el patio hasta marearnos 

cantando “El sol sale para todos 

la lluvia se iba, 

que la mamá de Bambi estaba sana y salva en una casita de Mar del Plata:

“Yo la vi, te juro que yo la vi, lo de la película fue todo mentira”).  

Vos armabas canastitas con abrojos 

y yo tenía una coronita de flores en el pelo. 

El verano se prometía lindo. 

Queríamos volver a casa.  

Y volvimos. 



Volvimos

para besar a un señor frío y blanco  

que era papá 

pero no era.




 Volvimos

para aprender a ser huérfanos.




1º Premio Poesía Concurso Nacional de Poesías y Narrativas “Pensamientos Contados”, Círculo Hernandense de Escritores y Dirección Municipal de Cultura, Hernando, Córdoba (2014)   

Poema publicado en la revista "LAK-BERNA" Nº 5

Poema publicado en el e-book Raquel Fernández - Selección de Poemas , Biblioteca de las Grandes Naciones



domingo, 25 de enero de 2015

SOFÍA


SOFÍA


“habla al gran espacio vacío
en donde corre una niña
que ya no reconoces”
Alejandra Pizarnik 



 ¿Y si viviera? 

¿Y si todavía viviera? 

¿Y si su hechura de pétalo en ciernes, 

su hechura redonda de polen, 

su hechura secuestrada por el viento, 

se hubiera salvado de la catástrofe? 

¿Y si su boca hubiera aprendido 

a nombrarse con otro nombre, 

a contarse otras ficciones, 

a acunarse con otras melodías?  



Ella podría ser 

la que va de la mano 

de la mujer de vestido rojo. 

La que se hamaca en los tilos de la plaza 

y juega a saltar

 a la cuerda de su sonrisa. 

Ella podría ser 

la de los ojos cálidos de hierba, 

la de las manos apuradas de palomas. 

Repetido como un grano de trigo 

su rostro 

es el rostro de todas las muñecas de papel 

recortadas de la infancia 

y escondidas para siempre

entre las páginas  funestas

de un tratado de humo.


  

Sofía Herrera desapareció el 28 de setiembre de 2008 en un camping a 58 kilómetros de Río Grande, camino a Ushuaia, Tierra del Fuego. Unos meses después del hecho se detuvo al cuidador del lugar, pero no hubo evidencia suficiente para culparlo del secuestro de la niña y fue puesto en libertad. A pesar de que fue buscada intensamente, nunca se obtuvo ningún dato cierto acerca del paradero de Sofía, que tenía apenas 3 años cuando fue vista por última vez.  




Del poemario "Interrumpidas", Publicaciones Entre Líneas (2014)

Gran Premio Primer Concurso Internacional de Poesía “La palabra de mi voz”, Publicaciones Entre Líneas, Miami, EEUU (2014)  
   

miércoles, 21 de enero de 2015

COMENTARIO SOBRE "INTERRUMPIDAS" POR DAMARYS GONZÁLEZ


“INTERRUMPIDAS” 
de Raquel Graciela Fernández


Hablar de Interrumpidas es hablar de un libro que me ha herido y que tal vez me seguirá doliendo por mucho tiempo. Gira mi pensamiento alrededor de una llaga supurante de vidrios rotos e intenta explicarse el porqué de un útero de piedra. Nunca había leído un trabajo como este. Raquel aquí es poeta, médium y testigo; es la voz sonámbula, el lamento, la mano que quita el polvo al caso no resuelto y exhibe el suceso con toda la belleza y la delicadeza de la que es capaz su palabra.
He sentido, desde el primer poema, que recorro monólogos entrecortados, voces en trance. Se sumerge la poeta y hunde al lector en el dramático suceso a través de imágenes poéticas que ilustran el dolor con precisión y belleza impecables; lo ancla en ese espacio subterráneo habitado y deambulado por estas criaturas inocentes, desprevenidas, impotentes, que siguen arrastrando sus tragedias. Cuánto dolor, cuánta tristeza se ha posado una y otra vez en su alma para que fuera posible que estampara en este libro un laberinto de huellas distintas -todas interrumpidas- del que es tan difícil salir ileso.
La poeta siente una empatía genuina por la víctima, piensa en su edad y sus condiciones, se involucra, la defiende y la reivindica; ella realmente siente a aquella joven que se asumía destinada a la vida y que no había aprendido a desnudarse, y comprende aquel amor que tal vez fuera un apóstrofe sagrado que planea esquivando derrumbes.

Damarys González
 Carayaca, 22 de enero de 2015



DAMARYS GONZÁLEZ


Poeta y artista plástica, nacida en Caracas (1973). Egresó del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón (hoy UNEARTE), en el año 2004. Ha dictado talleres de sensibilización literaria por medio de la poesía en diversas instituciones educativas. Ha participado en un sinnúmero de recitales de poesía y festivales literarios nacionales. Ha sido merecedora del Segundo lugar en la Primera Edición de la Bienal de Poesía Juan José Breca, por su poemario: ‘’Silueta de una meditación’’ (Casa de la Poesía de Vargas, Estado Vargas, 2011) y del Primer lugar en la Segunda Edición de la misma Bienal con su poemario ‘’El velo de tinta se ha desdibujado en el agua’’ (Casa de la Poesía de Vargas, Estado Vargas, 2013). Recibió Mención Honorífica en el IV Concurso “Por una Venezuela literaria” con su poemario ‘’Inasible como el dibujo secreto del vuelo de los pájaros’’ (Negro Sobre Blanco Grupo Editorial, Caracas, 2014). Recibió Mención Honorífica en el Premio Municipal de Literatura “Rafael Ángel Insausti” con su poemario ‘’Retratos’’. Ha publicado en diversas revistas literarias. Su poesía figura en la antología colectiva Poetas de Vargas, tomo 1 (2008) y en la antología colectiva del 9.º Festival Mundial de Poesía de Venezuela (2012). Tiene en su haber los poemarios: Mariposas en el suelo (El Perro y La Rana, 2014), El velo de tinta se ha desdibujado en el agua (CENAL, 2014), Inasible como el dibujo secreto del vuelo de los pájaros (Negro Sobre Blanco, 2014) y ‘’Retratos’’ (Negro Sobre Blanco, 2015).


Arte: "Crucified Woman", Almuth Lütkenhaus (Emmanuel College,Toronto, Ontario Canadá)