miércoles, 30 de noviembre de 2016

BOOMERANG


BOOMERANG


 Hubo un día en el que dejó de dolerme hasta la muerte
cerrar la ventana
porque amenazaba tormenta.
Dejaron de dolerme las pestañas,
el pelo,
las uñas,
la saliva.



Hubo un día en el que le abrí las piernas a otro
sin esperar que fueras vos el que me llenara
(fue mi pequeño Mardi Gras,
collares de colores y pechos desnudos,
borrachos hasta mañana y mañana que se acabe el mundo,
y esa estúpida alegría
que nunca supe muy bien de dónde vino).


Ese día no le puse la otra mejilla a tu ausencia.
La casa dejó de deshojarse.
Los libros dejaron de temblar.
Y vos no le hincaste el diente a mis perdices.


Creo que fue el día en el que ella te dejó.



Arte: Fatima Tomaeva 

Del poemario "Pretty in pink" (2016)


lunes, 28 de noviembre de 2016

GOODBYE, NORMA JEANE


"Goodbye, Norma Jeane"

1º Premio Concurso Nacional de Poesía Adolfo Bioy Casares 2015

Municipalidad de Las Flores

Diseño de tapa: Adriana Buján

viernes, 25 de noviembre de 2016

INDIFERENCIA - DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER


INDIFERENCIA

"¿por qué grita esa mujer?
¿por qué grita?
¿por qué grita esa mujer?
andá a saber"

Susana Thénon 


Ella salía a la calle

con lentes oscuros

cuando no había sol

(qué mujer tan distraída).

Tropezaba con todos los muebles,

se caía

(qué mujer tan torpe).

Usaba mangas largas en verano,

¿nunca te preguntaste por qué?


Ella se escondía

detrás del maquillaje de los buenos días,

apenas levantaba la voz,

apenas levantaba los ojos.

¿Tenía voz?

¿Tenía ojos detrás de esos lentes de sol?

¿Ese agujero donde las palabras se astillaban

como huesos viejos

era una boca?

¿Había algo más que leche y humo

en sus tetas de madre,

algo más que jabón en polvo y sangre

para lavar la culpa de su útero?


Ella había olvidado su nombre,

los nombres de sus hijos,

era una perra apaleada manchando los rincones,

y esos cachorros sin brújula,

y el hambre,

y el frío.

El miedo.


Ella gritaba.

¿Te acordás?

Gritaba.

Vos decías que estaba loca.

Ese día subiste el volumen de la indiferencia

para no enterarte.


No sé qué sentís ahora cuando escuchás  a Fergie

cantando Quando, Quando, Quando.


Yo tendría ganas de vomitar.



Arte: "Nicola", Adelaide Damoah


martes, 22 de noviembre de 2016

EL POEMA DE MARINA


EL POEMA DE MARINA
“¿Cómo te va junto a una simple mujer?
¿Sin divinidad alguna?”
Marina Tsvietáieva




Cuando me dejaste
yo me aferré al poema de Marina.
Lloré el poema de Marina.
Sangré el poema de Marina.
Lo repetí como repito el Padrenuestro
(un pase de magia blanca en el que no creo demasiado).
“Padrenuestro que estás en los cielos…
(¿cómo es abrazar la tierra firme
después de haber temblado a merced de una isla ?)
…santificado sea Tu nombre…
(¿cómo es nadar en una boca

que nunca te recitó una endecha de Alejandra?)
…venga a nosotros Tu Reino…
(¿cómo es tocar una garganta
que no comulga con  sextos sentidos,
penetrar una vagina sin alas,
comer de un cuerpo que no levita,
no se escalda,
no florece ?)



Nunca me creí del todo el poema de Marina.
(Ella era la Reina y yo
apenas un aroma que no cicatrizaba).
El poema me mentía  y, a pesar de todo,
lo usé en defensa propia.



Pero hoy,
hoy que la vi,
vulgar como esos gatos chinos de la buena suerte,
estridentes, dorados, estúpidos,
incómodos en cualquier lugar de la casa
(“¿Dónde pongo este gato?
¿Dónde pongo este puto gato que me regaló alguien que me odia?"),
comprendí que el poema te cae
como anillo al dedo.
Te desposo con el poema de Marina,
en la salud y en la enfermedad,
en la pobreza y en la riqueza.
Sangralo.
Sangralo como lo sangré yo.
Y creételo todo.
Porque Marina era una Baba Yagá,
una bruja rusa,
y cuando hablaba de ella hablaba de mí
(quizás porque todas las poetas somos una
y todos los hombres que se enamoran de las poetas
se asemejan un poco:
se cansan del dolor,
se agencian la ilusión de un lugar sin desgarros,
se suicidan pacíficamente entre las piernas
de una mujer que va los martes a la peluquería).



El poema de Marina se llama “Tentativa de celos”.
Leelo.
(Pero no te confundas, querido:
esto es una tentativa de parecerme a la Tsvietáieva;
de celos, nada).




Arte: Taras Loboda

Del poemario "Pretty in pink" (2016)

domingo, 20 de noviembre de 2016

POEMA DE AMOR PARA CUALQUIER VERANO QUE NO SEA ÉSTE


POEMA DE AMOR PARA CUALQUIER VERANO QUE NO SEA ÉSTE


Supongamos que estoy enamorada.
Supongamos que ni siquiera la edad me salvó del ridículo.

Supongamos que apago el televisor,
que le digo a mi hijo que me voy,
que no sé si vuelvo.
Que voy a buscarte
con un vestido nuevo,
con el pelo suelto,
con un gesto de bosque/gacela/rocío
y soy un poco verde,
un poco animal enfermo de ternura,
un poco humedad entre tus dedos.
Supongamos que mi saliva migra hasta tu boca.
Que mi piel es una flor intermedia
entre enero y tu casa.


Supongamos que no me cansé
de tu hábito constante de advertirme
que no me acerque demasiado,
que le pongo las dos mejillas a tu cuerpo,
que te camino
como quien camina sobre clavos,
sobre espinas,
sobre apretados nudos de fuego.
Loca de fe,
loca de vos.
Loca.


Supongamos que me desnudo como si fuera joven,
como si fuera rubia,
como si tuviera piernas eternas
y me estrello contra tu vientre,
te salto a la espalda,
te fuerzo, te invado,
te obligo a cazar las mariposas azules
que me desmadran el sexo
porque éstas son mis últimas mariposas,
y éste es mi último verano,
y después se viene un invierno eterno
como el de una novela de C. S. Lewis.

Supongamos que estoy enamorada.
Muy enamorada.

Supongamos que estamos en el verano pasado.
O en el verano que viene.


El que prefieras.




Arte: "That Perfect Love I Never Had", Adrian Borda

Del poemario "Pretty in pink" (2016)

martes, 15 de noviembre de 2016

LOS POEMAS QUE NO TE ESCRIBÍ


LOS POEMAS QUE NO TE ESCRIBÍ


Los poemas que no te escribí

se alejan

como palomas de humo.

Se caen de mis manos,

de mi boca,

de mi sexo hambriento.

Los pierdo

como un árbol que pierde sus hojas.

Sin pesar.

Sin conciencia.


Los poemas que no te escribí

dejaron de dolerme,

de escocerme, de minarme.

Dejaron de ser mis llagas.

Ellos te definían:

amor, amor,

animal terrestre,

animal celeste,

brújula carnal para navegar

mi desnudez más luminosa.

Ellos me definían:

el don de la ingenuidad.


Los poemas que no te escribí

se alejan

como te alejás vos.

Entonces cierro las piernas

como quien cierra

un libro lleno de historias maravillosas.

Nuestro cuento no fue un cuento de Andersen

(ni siquiera puedo recordarte

con una tristeza limpia).

No soy una bailarina de papel,

(hace tanto tiempo que no soy una bailarina de papel)

soy una mujer confusa  y algo miope,

una mujer madura

(aunque conserve mis manos de hada

y pretenda que los poemas que te escribí

hayan valido la pena,

e insista para que seas ése a quien yo quería

y no éste,

tan trivial, tan ajeno,

tan desentendido de mis constelaciones).



Arte: The lady with the flower, Albena Vatcheva

Del poemario "Pretty in pink" (2016)

miércoles, 9 de noviembre de 2016

"EL TALLER LITERARIO EL ESCRIBIENTE CUMPLE CINCO AÑOS", LA CIUDAD DE AVELLANEDA



El taller literario El escribiente cumple cinco años


La cita es el sábado 19 de noviembre a las 18h. en el Centro Municipal de Artes de Avellaneda, en San Martín 797.
Con motivo de su quinto año de labor ininterrumpida en nuestra ciudad, el taller literario El escribiente realiza su muestra anual e invita a todos a compartir su alegría. Habrá lectura de textos, música en vivo, invitadas especiales como las poetas Raquel Fernández y Estela Zanlungo y micrófono abierto. La cita es el sábado 19 de noviembre a las 18h. en el Centro Municipal de Artes de Avellaneda, en San Martín 797. La entrada es gratuita.

domingo, 6 de noviembre de 2016

BOLERO


BOLERO


Empapelarte los ojos

con pájaros feroces,

diluviarte en la boca,

ser el cuchillo suicida vuelto hacia tu costado

cortándote el corazón hasta aligerarlo

en un puñado de luz,

en un gemido de hebras dulces,

en un éxodo de peces rojos.

Condenarte

a la perpetuidad de mis caderas,

a la infinitud de mis máscaras

extendidas

sobre el aliento desnudo de tu ombligo

(ser tu Annie Hall, tu Gioconda, tu Wendy,

tu princesa de los Mares del Sur,

tu perversa bruja del Oeste).

Anudarte

a la memoria migratoria de mi infancia

(a veces orfandad,

a veces

verano exagerado domesticando escarchas).



Empapelarte los gestos

con rosasalcantarillasrebeldíapoemas,

morirme de tu ausencia

y morirme más

de tu aliento crecido en mi nuca

como un bosque de vértebras verdes.

Caminar una y otra vez

(con los pies escaldados

y el sexo haciendo equilibrio en la mímica del deseo)

esta incendio a primera vista,

este crecerme mariposas en la garganta,

esta sacudida de telarañas acostumbradas

que no me atrevo a llamar amor.





Arte: Irina Karkabi

Del poemario "Pretty in pink" (2016)