sábado, 28 de octubre de 2017

PRESENTACIÓN "PAN DE AGUA" BAR ESTACIÓN JARDÍN


Con los poetas Claudio Simiz, Mirna Aranzazu Santillán, Mónica Angelino, Jorge Hermiaga y David Sorbille


Los poetas Claudio Simiz, Mirna Aranzazu Santillán, Mónica Angelino, Jorge Hermiaga y David Sorbille


Con los poetas Jorge Hermiaga y David Sorbille


Con los poetas Claudio Simiz, Mirna Aranzazu Santillán, Mónica Angelino y Jorge Hermiaga 


Con los poetas Claudio Simiz, Mirna Aranzazu Santillán, Mónica Angelino y David Sorbille

jueves, 26 de octubre de 2017

miércoles, 25 de octubre de 2017

EL INFIERNO


EL INFIERNO

“¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!”
Canto tercero del Libro Infierno de la Divina Comedia
Dante  Alighieri



Los perros del amanecer aúllan en negro

y las horas

se olvidan de darse a luz.

La vida es una muerte en ciernes,

una cinta de luto comprimiendo

la tráquea de la primavera,

una mancha de soledad que tiembla

aguijoneada

por el estruendo caníbal de las botas.



Nueve círculos de huesos

descienden

hasta un pandemónium de pájaros rotos.

Nueve círculos de hambre.



Alguien sacude fantasmas antiguos,

tiende sábanas de orina y sed

en la impotencia de las gargantas.

Respirar es difícil:

el aire agoniza entre tanta tristeza.

En una pared descascarada

relumbra

el trazo de una mano que quiso

ponerle palabras a la libertad.

Pero yo siento que la poesía no basta.

Por primera vez siento que la poesía no basta.

Ni mil años de poesía

alcanzarían para lavar los pies

de tantos Cristos acribillados a miedo.




En mi adolescencia

yo caminaba la vereda

de esta casa de sangre.

Tenía el pelo corto

y los ojos más lindos del mundo.

Y no sabía.

Te juro que no sabía.



Fotografías: Espacio de la Memoria "El Infierno" (Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio)  

De "Pan de Agua - Poesía social contemporánea de Bueno Aires", La Luna Que (2017)


martes, 24 de octubre de 2017

"PAN DE AGUA" - PRÓLOGO

PAN DE AGUA
Poesía social contemporánea de Buenos Aires

PRÓLOGO

En 1949, el filósofo alemán Theodor Adorno dijo en su “Ensayo sobre el criticismo” que escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie y provocó, como reacción entre muchos poetas, la necesidad de refutarlo. Más allá de los comentarios de Marcuse (la frase de Adorno es parte de la conclusión de su ensayo, y pretender leerla por separado es tan fútil como intentar comprender el último acto de Hamlet sin haber leído el resto de la obra), el dictum de Adorno dio mayor visibilidad a una poesía que busca un significado más allá de su valor estético.
Adorno ha tenido, desde la poesía, múltiples respuestas. Así, Paul Celan nos mostró el horror de Auschwitz a través de su poesía, y nuestro Juan Gelman nos lo generalizó diciendo que Paul Celan mostró que sí se puede escribir poesía después de Auschwitz. Sólo que no como antes de Auschwitz. Esta sencilla frase, que parece orientarse a refutar – una vez más – el dictum, nos muestra algo mucho más amplio: la realidad es el motor de la poesía, y en la medida en que esta realidad nos golpee (con hambre, con injusticias, con violencia), sus golpes aparecerán en nuestra poesía con más fuerza. El horror también puede escribirse, y se escribe.
Esta muestra de poesía social (tal como la llaman sus editores, distanciándose del concepto de antología) es un ejemplo de cómo la realidad provee continuamente motivos para la escritura. La justicia, la pobreza, la guerra, han sido tópicos comunes en nuestra poesía desde Raúl González Tuñón o, incluso, desde José Hernández. El tiempo y la historia nos han traído, lamentablemente, nuevos temas: la desaparición de personas, el hambre, la violencia de género. Todos estos temas están presentes, en mayor o menor medida y de acuerdo con las experiencias y visiones de los autores, en los poemas que forman parte de este libro.
Para hablar del hambre, el poeta se sitúa afuera; la verdadera dimensión del hambre está en que hay personas que no la sufren. Y así dicen nuestros poetas: en otras vísceras cayendo de rodillas, / sucede el hambre (Fernández); bajo el mismo cielo no son iguales los ojos que lo miran / los ojos del hambre miran por el ruido de las tripas (Angelino); sin esa fiesta que estalla entre las muelas […] / la vida es una cosa que les pasa a los otros (Simiz).
Pero situarse afuera no significa estar afuera. El poeta no es objetivo frente a lo que ocurre en el mundo, porque lo que ocurre en el mundo le ocurre a él. Las injusticias: Injusticia […] / moneda que cae sin caras (Ragozza), caminas de nuevo entre nosotros / alterando el orden de lo injusto (Sorbille); la dureza de la realidad: a veces es tanta, / que es preciso detenerla (Santillán); la indiferencia del estado: Todo es muy municipal, / impuesto a los prismáticos / y a los hombros vencidos (Hermiaga); la guerra: Un poema incipiente / sobre la línea de fuego (Sorbille); Dolor en las venas del planeta (Ragozza); la infancia abandonada y perdida: Nadie quiere saber de su infancia enjaulada / en la sombra más negra y la herida más honda (Simiz), lengua muda / en su canción de cuna (Angelino)
Inevitablemente, nuestra historia tiene su espacio entre las preocupaciones sociales de nuestros poetas. Con heridas que no se cierran, el pasado no se clausura. La desaparición de personas, la violencia del estado contra sus ciudadanos (aún en democracia), la hipocresía que define a parte de nuestra sociedad, se denuncian: Los veo flotar / como tomates hinchados, / llegar hasta la playa / con la piel azul, / la sal marcándoles las frentes (Hermihaga), por favor / no pisen las flores / cualquier relleno sanitario / puede ser su tumba (Angelino); hizo falta más que un golpe de viento / para descabezar sus llamas (Fernández). Y también la violencia de género, tan presente hoy y tan dolorosa: A esta oscuridad ya la he visto (Santillán), Las mujeres andan descalzas / amonedan noches sin luna / en sus heridas de sombra (Ragozza); Me pregunto cuándo nos empezó a pasar esto […] / chicas muertas enormes como toros hechos de lágrimas, / y nosotros con estas capas apolilladas (Fernández). El poeta describe la realidad social y es parte de la misma. No es indiferente, pero le lastima la indiferencia: ¿De qué negro baldío pintaré mi casa? / ¿Con qué sábana de olvido el mundo se tapará la cara? (Simiz), tu nombre simboliza el compromiso / que se abre paso ante la indiferencia (Sorbille); pido perdón por tanto silencio en la voz (Santillán). La realidad agobia, y la poesía, lejos de ser la solución a ese agobio, nos la representa con más crudeza. Y sin embargo, hay lugar para la esperanza: y será la belleza y vendrá por nosotros (Sorbille); Estamos bien / sin darnos cuenta (Hermihaga); Ahora grito lo más alto que puedo. // Creo que jamás estuve tan sana (Fernández). Y es así: los poetas gritan, y regalan salud a una sociedad enferma.

Sergio A. Giuliodibari

Mar del Plata – Julio 2017

lunes, 23 de octubre de 2017

GRAN JORNADA DEBATE UNIDXOS CONTRA LA VIOLENCIA


GRAN JORNADA DEBATE: UNIDXS CONTRA LA VIOLENCIA
La Secretaría de Desarrollo Social de Lomas, por intermedio de la Dirección Municipal de Derechos de las Mujeres y Equidad de Género, junto a Beatriz Regal y Jorge Taddei (padres de Wanda Taddei, víctima de femicidio) y Mónica Soglio (acompañante terapeutica, preventora en toxicologia y especialista en la temática), realizarán una Gran Jornada Debate: Unidxs contra la Violencia.
La misma se hará el jueves 26 de octubre a las 16 en el Teatro Municipal (Manuel Castro 262 de Lomas) y será abierta a toda la comunidad.
El evento consta de una jornada en donde especialistas en la temática de violencia de género, conformarán una mesa de debate acerca de las herramientas vigentes en la actualidad para la lucha contra esta problemática social.
Serán disertantes:
Diego Oscar Ortiz: Abogado, Especialista en Violencia familiar, Docente en la UBA y autor de diversos libros en la temática. 
Raquel Hermida Leyenda: Abogada Penalista y Criminologa. 
Mirna Longobucco: Psicología Social, Especialista en Género y Abuso Sexual Infantil.
Raquel Fernandez: Poeta, con obras orientadas a la Concientización y Lucha Contra la Violencia. 
María Palermo: Licenciada En Psicología y Cuenta Autora.


"PAN DE AGUA" - NOTA DE LOS EDITORES

PAN DE AGUA
Poesía social contemporánea de Buenos Aires

NOTA DE LOS EDITORES

¿UNA MUESTRA DE POESÍA SOCIAL BONAERENSE HOY?

Hace medio siglo H. Becco y C. Fernández Moreno, desde el estudio previo de su Antología lineal de la poesía argentina, proponían un complejo y ambicioso abordaje de la lírica a partir de la actitud de los autores. Cuando el poeta enfatiza el primer momento de la creación, “el impacto de la realidad” sobre sí, estamos en el terreno de la poesía vital. En cambio, si el momento de poner en palabras la emoción originaria ocupa el centro de su atención, “las reglas del arte”, “la poesía como lenguaje”, nos hallamos ante una actitud artística. Finalmente, cuando la preocupación está puesta en el efecto de la producción, en su “repercusión entre la gente a la que está destinada”, podemos hablar de una poesía social. A continuación, los antólogos, bajo el término de “líneas” proponen una contextualización histórica de nuestra producción poética, que da corporeidad a esas actitudes originarias (p. ej. línea neoclásica, gauchesca y neopopular dentro de la actitud social).
Por otra parte, se hace evidente que existe una fuerte conexión entre lo que denominamos “poesía social” y los sucesos políticos, fundamentalmente en momentos de crisis y cambios; sirvan como ejemplo en nuestra lengua la vasta producción generada en el ámbito de la República, Guerra y Dictadura franquista en España y la poesía de nuestra “generación del ´60”. Todavía más enfáticamente, esto se patentiza en la lírica chilena surgida al calor del ascenso, lucha, caída y exilio socialista en el Chile de Allende y Pinochet. En este caso, a más de la excepcional jerarquía que caracteriza a la poesía trasandina, se incorpora decisivamente el escenario de la canción (V. Jara. Quilapayún, Jaivas, Illapu, etc.), replicado en buena parte del continente. Es que la música brinda una conexión más fluida y extensa entre el poeta y esa “gente a la que está destinada”, como plantean Becco y Fernández Moreno. De algún modo, la “poesía social” deviene, en algunos contextos, “dinámica social”, asociada a otros lenguajes y prácticas. En nuestro medio, propuestas originadas en grupos (“Calíbar”, “Boedo”, “Tarja”, entre otros), se suman a voces poderosas como la de Raúl González Tuñón: Cargados de mentira, de miseria, de metralla, como una enorme M de miedo y muerte oscura. Son los obuses y Mario Jorge de Lellis: Tienen hijos de cobre, muy sonoros; tienen mujeres recias, cigarrillos baratos en sus dedos, hondas causas vitales manchando sus orejas. Están aquí y allá. Suenan, resuenan. Son de una gama gris. Andan y trepan… Son esos hombres duros como el cobre. Suenan, resuenan (por citar dos ejemplos muy destacados).
En la segunda mitad del pasado siglo el movimiento “Nuevo cancionero” (extendido en todo nuestro continente), muy ligado a los inconfundibles acentos de Armando Tejada Gómez y Hamlet Lima Quintana, entre muchos y brillantes cultivadores de un arte lírico, musical y hasta dramático, marca una época, como en su momento lo hicieron parte de la producción tanguera y, especialmente, el rock nacional. Actualmente, otros ritmos, estilos y modalidades en un escenario crecientemente globalizado sirven de proyección a esta tendencia (las distintas formas de rapeo e interacciones en redes sociales son lo más visible).
Pero el propósito de esta publicación no es establecer fundamentos teóricos ni elaborar nuevos cánones. Lo que aquí se presenta es una muestra (no antología) de poesía social, surgida en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires y su amplia zona de influencia (la segunda conurbación del hemisferio sur). Los participantes se ubican en una franja etaria bastante definida (nacidos entre 1946 y 1963) y aunque “lo social” ocupa un espacio importante en sus producciones, no es ésta una impronta excluyente en sus obras. Los autores mismos han seleccionado sus textos; la mayoría optó por trabajos recientes (muchos de ellos inéditos), otros prefirieron exponer esa producción orientada a lo social como desarrollo de una trayectoria. El producto final es un corpus variado e intenso, que el lector, seguramente, hallará grato recorrer.
En los últimos años vienen proliferando las antologías, algunas veces construidas en torno de un eje (genérico, geográfico, etc.), también vienen creciendo, y muy productivamente, trabajos teóricos sobre nuestra poesía (la “Poesía de pensamiento” es uno de los aportes más notables); las publicaciones individuales y espacios de encuentro y difusión viven un momento de importante consolidación. Otro tanto ocurre con festivales y encuentros locales e internacionales.
Volvemos al interrogante inicial:

¿Por qué esta muestra de poesía social bonaerense hoy?

Los editores hemos coincidido en la necesidad de apostar a una mayor visibilización de esta modalidad poética. En principio, porque habitualmente aparece en un lugar secundario en las valoraciones del “campo”, sospechada de ancilaridad o de sujección a circunstancias rápidamente mudables. Los poetas aquí reunidos somos conscientes de los riesgos del facilismo o la demagogia, pero también de la importancia de estas textualidades y prácticas culturales que, trascendiendo la intimidad/hermetismo, posicionan al arte en la senda del diálogo, de los espacios comunes y de los anhelos de una sociedad mejor. Y eso no es poca cosa en esta época de cambios complejos y conflictivos (particularmente en las grandes urbes). Nuestros textos, ya sea que aborden problemáticas locales, regionales o mundiales, apuntan decisivamente a la desnaturalización de la barbarie; son, en este sentido, “urgentes y necesarios” (nuestro conurbano viene siendo escenario “privilegiado” de estas problemáticas). Nuestra propuesta de difusión, a través de recitales y otras intervenciones en distintos espacios, intenta ser coherente con lo antes expuesto.
Esta muestra intenta ser un inicio serio y acaso inspirador de otras publicaciones análogas (el “recorte” generacional y geocultural debe ser leído en estos términos), tenemos una esperanza y nos arremangamos para concretarla.


Claudio Simiz y Mónica Angelino,  editores

jueves, 19 de octubre de 2017

¿TE CONOZCO?


¿TE CONOZCO?


Te cruzo en la cola del banco,

en el supermercado chino,

en la vereda

cuando paseás a tu perro.


Me siento al lado tuyo en el colectivo,

en la sala de espera del médico,

en el cine.

Y hasta pochocleamos a dúo

en la complicidad de la fantasía.


Fuimos juntos a la escuela,

leímos juntos poesía 

en un barcito más o menos decente,

nuestros hijos son amigos.


Te saludo cordialmente

porque te conozco.

Te vi cientos de veces en tu jardín,

cortando el pasto,

regando las plantas.


Te vi cientos de veces

y no me di cuenta.


Sos el Eichmann de Leonard Cohen:

cinco dedos en cada mano,

dos ojos,

una boca.

Ni espolones,

ni saliva verde.

Nada que te delate.


Pero yo estoy llorando

porque tengo miedo,

porque tengo frío,

porque no sé si estoy encerrada

en un rectángulo negro

mordido de orina y ratas,

no sé si me estoy muriendo,

si tengo las uñas rotas,

si sangro,

si estoy ciega,

si el río es una cinta sucia 

que me aprieta la garganta.

Y vos seguís regando las plantas.


Como si nada.




Arte: Alfredo Ramos Martínez

miércoles, 18 de octubre de 2017

YO SÉ QUE SOS VOS


YO SÉ QUE SOS VOS


Yo sé que sos vos,

yo soñé con tu corazón flotando en un río helado,

con tus pies azules desandados de todos los caminos,

con tu pelo lloviendo pececitos ciegos.

Yo te soñé en esa tumba mentirosa,

la que te inventaron para no escuchar

el ruido de tus huesos,

tus huesos ladrando como perros lastimados,

tus huesos solos.


Yo sé que sos vos

y tengo miedo.

Cierro los ojos y te veo tu sonrisa

zarpando hacia la nada,

tu sonrisa demasiado pura,

y veo fusiles mostrando sus dientes cariados,

dientes de metal que trituran en su podredumbre,

fuego sucio.


Yo sé que sos vos,

y en mi ombligo revientan

los nueve meses que parió tu madre,

tus juguetes de infancia,

me pregunto cuándo fue la última vez que hiciste el amor,

quién fue la mujer que resbaló por tu piel

como una gota de vino gozoso,

qué canción que te llevaste en la garganta,

qué  libro taló tu ausencia.

  
Yo sé que sos vos

y tengo miedo.

La primavera es un virus de luz

que no nos entra por ningún lado,

porque sos mío,

sos de todos,

y el grito no llegó a tiempo.


Metal, frío, horror.

Sos vos

y ellos

son los que vienen por nosotros.